Chatis de Buen Ver: Lena Headey

¡Oh si amigas! Ha llegado el día de hablar de ella… Redoble de tambores… ¡Lena Headey!

¡Qué casual ella haciendo pesas con tacones!

Y es que no hay mujer lesbiana que se precie que no haya tenido al menos un sueño húmedo con esa mirada… ¡No puede ser normal!

Mojadita estoy yo de verte ¡juapa!

¡Con tatuajes no que me enamoro!

               
He de reconocer que tengo especial debilidad por esta británica y por sus papeles, sobretodo en esos en los que hace de mujer fuerte y con poder.

*.*

Yo te daría los buenos días mínimo 3 veces cada mañana. Grrrr...

Empezaré hablando de "300" (una de mis películas favoritas) en la que interpreta a la reina Gorgo, rodeada de sensualidad y hombres duros, pero ninguno lo es más que ella.

Se ve que en Esparta no tenían dinero para tela, y nosotras encantadas.

Sigue siendo una reinona en la actualidad dando vida a Cersei Lannister en "Juego de Tronos" (de lo que soy una frikaza también), muy odiada por todos pero es que yo siempre que la veo pierdo las bragas y dejo de escuchar lo que dice así que no sé sí es simpática o no.

La zorra más sexy de los Siete Reinos

Aunque como ya comentamos en la anterior entrega de Chatis de buen ver, para nuestro bollomundo es conocida por el rollo bollo que se trae con Piper Perabo en "Imagine me & you", además tienen un tonteo interesante, y si no prestad atención a las declaraciones que hizo en 2008 Lena Headey:

Fuck yeah! ¡Calla y bésame bandida!

"Una vez interpreté a una prostituta lesbiana en la serie de televisión “Band of Gold“, pero creo que cuando realmente gané seguidoras (lesbianas) fue cuando interpreté a otra en “Rosas Rojas” junto a Piper Perabo. Ya había trabajado con Piper anteriormente en la película “La caverna maldita” así que fue bastante raro tener que enrollarnos en la película. Recuerdo que nos mirábamos y decíamos: '¿Vamos a por ello? ¡Y lo hicimos! '"

Poco más que añadir, yo con estas cosas sufro porque tengo mucha imaginación y me creo todo lo que veo en las películas, luego viene la decepción, pero lo llevo bien.
      

¡Pensándolo bien! No estaría nada mal un poco de bollería de la fina.

Como manda la tradición, disfrutad:

¡Pero qué buena estoy!